MANUAL DE COMUNICACIÓN NO VERBAL (CNV)
Por comunicación no
verbal (CNV) entendemos a todo aquello que se comunica fuera de lo que se dice de
forma escrita u oral. Muchas veces actúa como refuerzo de la comunicación verbal,
dando mayor sentido a aquello que expresamos oralmente, pero también puede
actuar por sí sola como único vehículo
de expresión. No debemos olvidar tampoco, que no todo lo que “decimos” a través
de la comunicación no verbal es de forma consciente; a veces enviamos o damos a
conocer información de forma no consciente.
La CNV cuenta con más
del 90% del significado recibido, lo que nos indica el gran “peso” que tiene
este tipo de comunicación en las relaciones personales o interpersonales dentro
de contextos comunicativos.
1. Elementos constitutivos
de la comunicación no verbal
“Un
gesto vale más que mil palabras”
Como ya es sabido, los
sistemas de comunicación básicos que el ser humano puede utilizar para
comunicarse son:
-
Lenguaje: emisión oral de palabras.
- Paralenguaje o sistema paralinguístico: tono, intensidad,
velocidad, articulación…, sería por tanto el sistema fónico.
-
Quinésica: movimientos y posturas corporales.
-
Proxémica: concepción y uso del espacio.
-
Cronémica: concepción y uso del tiempo (pausas y
silencios).
1.1.
Los COMPONENTES
PARALINGUÍSTICOS, se refieren al CÓMO se dice algo y vendrían a ser los
siguientes:
a)
El volumen de la voz: su función principal consiste en
hacer que el mensaje llegue a ser oído
por el receptor. Un volumen excesivamente alto puede transmitir agresividad,
ira o tosquedad pudiendo tener consecuencias o negativas, la gente podría
marcharse o evitar futuros encuentros. Un volumen moderado y correcto facilita
la recepción del mensaje, así como transmite dominio del contenido, seguridad, confianza,
agrado, actividad y alegría. Un volumen excesivamente bajo puede producir
errores de percepción así como falta de credibilidad de lo que el emisor está
transmitiendo, sumisión o tristeza en el mismo Los cambios en el volumen de voz
pueden emplearse en una conversación para enfatizar puntos importantes o claves
y en todo caso, para captar de nuevo la atención del receptor.
b) La entonación: sirve para comunicar emociones y
sentimientos. Según la entonación que utilicemos al transmitir nuestro mensaje
o las palabras que lo componen llevará una carga emocional u otra como por
ejemplo interés o sarcasmo. Una entonación monótona, sin cambios, transmite o
puede provocar aburrimiento y desconexión en el receptor. Lo correcto es variar
nuestra entonación, marcar cambios altos y bajos en nuestro tono según queramos
matizar o resaltar. Estos cambios en nuestra entonación podrán captar la
atención del oyente en relación al mensaje que estamos transmitiendo así como
también, interés por la comunicación en sí.
En resumen: una
variación elevada demuestra que la persona es: agradable, activa, contenta,
sorprendida. Una baja variación, probablemente
nos muestra a una persona deprimida, desinteresada en lo que comunica. Si la conversación está presentada
con una entonación uniforme y bien modulada será convincente y no intimidará al
interlocutor.
c)
La fluidez: Si las palabras fluyen con normalidad a
lo largo de nuestro discurso eso es interpretado de forma positiva por el otro
oyente puesto que, con ello estamos demostrando que dominamos el contenido y
sabemos de lo que estamos hablando. Por el contrario, un discurso lleno de
vacilaciones y pausas puede causar la impresión de inseguridad, miedo, poco
interés o poco dominio de lo que estamos comunicando. El uso de muletillas
(tartamudeo, omisiones, “bueno”, “vale”…) a la hora de pensar o enlazar ideas
entorpecerá la comprensión global del discurso y podrá marcar en el oyente una
falta de escuchar activamente lo que estamos comunicando.
d)
La claridad: a la hora de articular palabras es
importantísimo. No podemos pronunciar con errores nuestras palabras, la
articulación ha de ser correcta para que nuestro interlocutor no tenga
problemas de recepción y comprensión del mensaje.
e)
La velocidad: una velocidad escasa al hablar provoca
en el oyente impaciencia y aburrimiento y por lo tanto, desconexión. Por el
contrario, la persona que utiliza una velocidad excesiva puede impacientar,
provocar problemas de recepción, hastiar y hasta incluso, provocar
hostigamiento. En general, si cambiamos el ritmo, introducimos pausas
ocasionales, nuestro estilo de conversación será mucho más interesante.
f) El tiempo de habla: se refiere al
tiempo que se mantiene hablando el interlocutor, puede ser problemático tanto
el exceso como el defecto, es decir, hablar mucho o hablar poco. Lo incorrecto
es el monólogo donde sólo una persona habla y la otra escucha. El tiempo de habla junto con la mirada
diferencia a sujetos con altas y bajas habilidades sociales.
1.2.
Los signos no verbales
KINÉSICOS O CINÉSICOS: son
el conjunto de movimientos o posturas
corporales que comunican o matizan el significado de lo que estamos transmitiendo oralmente.
Tras largos
años de estudio Ray Birdwhistell, el pionero de los especialistas en kinesia o
cinesia, ha llegado a la conclusión de que la base de las comunicaciones
humanas se encuentra en un nivel por debajo de la conciencia, en el cual las
palabras sólo tienen una importancia relativa.
Birdwhistell estima
que no más del 35 por ciento del significado social de cualquier conversación
corresponde a las palabras habladas.
Nunca
lograremos tener un diccionario sobre gestos inconscientes, porque el
significado de ellos debe buscarse siempre solamente dentro del contexto
general. No podemos afirmar que si una mujer se sienta entrelazando los brazos
y cruzando fuertemente las piernas, indefectiblemente expresa que es
inalcanzable. Con frecuencia suele ser así, pero para estar seguros debemos
estudiar el contexto, estudiar qué otros movimientos realiza con el cuerpo, su
estado anímico, quienes la rodean, y muchos otros detalles. Podríamos afirmar
que el hombre es un ser multisensorial, el cual algunas veces se expresa con
palabras.
Antes de
pasar a analizar distintos aspectos del lenguaje corporal, hay que resaltar que
según la PNL (Programación Neuro Lingüística) hay 3 tipos de personas, según la
forma en que tienen de pensar. Debido a su forma de pensar, adoptarán un tipo
de lenguaje verbal y corporal.
·
Los tres tipos de personas son:
1. Cinestésicas o
Kinestésicas. 45% de la población.
Piensan a
través de sentimientos. Usan lenguaje relacionado con los sentimientos: siento
que no está bien, tengo la impresión de que esto está bien. Son sensibles al
tacto y al olfato. Son personas que hacen las cosas despacio. Son personas que
se acercan mucho a otras al hablar.
2. Visuales. 35% de la población.
Piensan a
través de imágenes. Usan lenguaje relacionado con la vista: ya veo lo que
quiere decir, no lo tengo claro, podríamos enfocar el tema. Son personas que
hacen las cosas rápido, ya que las imágenes son rápidas. No se acercan mucho al
interlocutor (necesitan ver todos los movimientos).
3. Auditivas. 20% de la población.
Piensan a través de sonidos.
Usan expresiones del tipo: me suena extraño, ya he escuchado lo que ha dicho.
Hablan pausados, dan mucha información, y son reflexivos. Se acercan más al
interlocutor que los visuales.
En realidad, todos somos a la vez visuales, auditivos y
kinestésicos. Aunque predominará una o dos de las formas de pensar. Y sobre
todo en momentos de tensión, usaremos la forma de pensar que predomine. Lo
ideal es que cuando nos comuniquemos con alguien adaptemos nuestro lenguaje,
velocidad y expresiones al tipo de persona que es nuestro interlocutor, así
nuestro lenguaje llegará más claro. Por ejemplo formular una pregunta adaptada
a la personalidad del otro: ¿Ves lo que digo? (visual), ¿Cómo te suena lo que
digo? (auditivo), ¿Cómo te sientes en relación a esto? (kinestésico).
- Describiremos con más detalle aquellos elementos principales que configuran el conjunto de signos no verbales kinésicos:
a) El rostro o las expresiones faciales.
El principal sistema de
señales para transmitir emociones es la cara. Gracias a esta información
mostramos por ejemplo nuestro estado emocional, podemos indicar también
actitudes hacia los demás o en su caso facilitar la interacción entre las dos
partes. Puede influir también en el establecimiento de una metacomunicación u
otra. Las seis emociones básicas son alegría, sorpresa, tristeza, miedo, ira y
asco o desprecio y parece que son universales e innatas.
La expresión facial juega tiene gran
importancia en la interacción social humana:
- Nos muestra el estado de ánimo de la persona, aunque trate de
disimularlo o de ocultarlo.
- Nos proporciona en todo momento una
retroalimentación sobre si comprende, se está sorprendido, se está de acuerdo,
etc., respecto a lo que se está diciendo.
- Indica actitudes hacia los demás.
- Puede actuar de metacomunicación,
modificando o comentando lo que está diciendo o haciendo al mismo tiempo.
· Las tres regiones faciales que
utilizamos para expresarnos son:
§
Frente y
cejas
§
Ojos y párpados
§
Parte
inferior de la cara
La expresión facial también nos
proporciona respuesta sobre lo que está diciendo el otro.
Quien manifiesta conductas habilidosas mostrará una expresión facial de acuerdo con el mensaje. Si la expresión facial es de enfado mientras se inicia una conversación, con una probabilidad alta no tendrá éxito.
- Como estilos inapropiados de expresiones faciales podemos señalar los siguientes:
- Retraídos: presentan una expresión facial que no varía y no poseen en su rostro expresión alguna.
- Reveladores: a través de sus expresiones, las personas con expresión facial reveladora nos muestran en cada momento lo que sientes, se dice de ellas que su cara es como un libro abierto.
- Expresivos involuntarios: personas que sienten una emoción determinada pero no son conscientes de que la están mostrando.
- Expresivos en blanco: personas que creen que muestran una emoción determinada y sin embargo, la que presentan es neutra o ambigua ante los demás. .
- Expresivos de afecto congelado: personas que no sintiendo ninguna emoción, muestran una de ellas, por ejemplo, la sonrisa congelada.
- Expresivos “siempre preparados”: personas que muestran siempre una expresión determinada, independientemente de que reciban o emitan buenas o malas noticias.
- Expresivos inundados de afecto: gente que muestra la mayor parte del tiempo una o dos emociones de forma clara.
- Existen expresiones faciales que son inadecuadas como:
- Frente contraída y tensa
- Tragar saliva repetidamente
- Aclarar la garganta repetidamente
- Humedecer los labios
b)
El contacto ocular: La forma de mirar fija, sin variante, es un medio de amenaza para muchos
animales como así también para el hombre. Un naturalista que estudió el
comportamiento de los gorilas montañeses en la selva, registró esta especie de "combate
de miradas fijas" entre los machos. Él mismo se expuso a un ataque si
miraba a un animal fijamente por un lapso prolongado.
Entre los hombres, como así también entre
los animales, la manera de mirar frecuentemente refleja el status. En general
el animal superior es más dominante en su mirada. Cuando un mono superior o
líder capta la mirada de otro que considera inferior, éste entrecerrará los
ojos o los desviará hacia otro lado. Algunos etólogos sostienen que la
estructura dominante entre los primates se basa en la capacidad de sostener la
mirada, más que en actos realmente agresivos. Cada vez que dos monos se
encuentran, cruzan miradas y uno la desvía; ambos confirman el lugar que les
corresponde en la jerarquía. Esto probablemente también sea cierto entre los
hombres.
Imagínese que un día mientras usted está
sentado en un lugar público, levanta la vista, y se encuentra con la mirada
fija de un desconocido que lo observa inexpresivamente, y que no se altera aun
cuando usted le clava los ojos. Con seguridad, usted mirará rápidamente hacia
otro lado y luego de unos segundos se volverá hacia él para ver si todavía lo
sigue observando. Si continúa haciéndolo, usted lo mirará de hito en hito
varias veces y a medida que lo haga, si la persona persiste en su actitud,
usted pasará rápidamente de la ira a la alarma.
La mayoría de los encuentros comienzan con
el contacto visual. Como gesto de apertura tiene distintas ventajas; puede ser
poco comprometido si el que mira no necesita asumir la responsabilidad por el
contacto, contrariamente a lo que sucedería si el saludo fuera verbal.
Los movimientos de los ojos, por supuesto,
determinan qué es lo que ve una persona. Los estudios sobre la comunicación han
demostrado el hecho inesperado de que estos movimientos también regulan la
conversación. Durante el cotidiano intercambio de palabras, mientras la gente
presta atención a lo que se dice, los movimientos de los ojos producen un
sistema de señales de tráfico hablado que indican al interlocutor su turno para
hablar.
En su estudio Kendon descubrió que cuando
una persona interroga a otra, suele mirarla directamente a los ojos a no ser
que se trate de una pregunta algo atrevida o que se refiera a algún tema que
tenga ansiedad por conocer. Si el que escucha se sorprende ante algo que ha
dicho su compañero, también tiende a mirarlo si se trata de algo agradable, o a
desviar los ojos hacia otro lado si el que habla expresa algo desagradable,
repugnante u horrible, a menos que ambos compartan una misma emoción, en cuyo caso
el que escucha pestañeará bajando los ojos. Sin embargo Kendon recalca que
todas estas generalidades se aplican a una conversación relativamente formal;
presume que las personas en sus propios hogares o las que se conocen muy bien,
no se comportarán de esta manera.
Mientras una persona habla, puede en
realidad tratar de controlar el comportamiento del que escucha mediante
movimientos oculares. Puede impedir una interrupción evitando mirar a la otra
persona, o puede animarla a responder mirándola con frecuencia. Algunos
individuos suelen desviar la mirada notoriamente cuando están faltando a la
verdad.
Todo esto nos retrotrae a un hecho básico
que sólo pocas veces se tiene en cuenta: La afirmación de que "miramos
para ver" es una verdad sólo parcialmente cierta con respecto a los
encuentros cara a cara.
Como dice el viejo
dicho: los ojos son el reflejo del alma. Esto es cierto, ya que los ojos no
solo nos pueden cómo es una persona (visual, auditiva o kinestésica), pueden
indicar su estado de ánimo y si está diciendo la verdad o está mintiendo.
Estos movimientos que
voy a mostrar, pueden ser muy difíciles de percibir, y no son aplicables a
todas las personas. El 96% personas usan el movimiento de los ojos según indico
a continuación (90% de las personas diestras y un 10 % de las zurdas).
Cuando una persona está
mirando hacia la derecha está creando, pero si mira hacia la izquierda está
recordado. Si la persona mira hacia arriba está “pensando” imágenes, si mira
hacia el centro está “pensando” sonidos y si mira hacia abajo está “pensando”
sentimientos. Así se puede construir la siguiente tabla con todas las
posiciones donde los ojos estén mirando.
Pero en las relaciones humanas se han de tener otros
factores en la dirección de la mirada. Si esta se dirige hacia arriba el
receptor probablemente haya tenido una reacción afirmativa ante cualquier
propuesta o idea. Si es hacia los lados el receptor tiene serias dudas y
vacilaciones. Por último una mirada hacia abajo denota el no creer lo que se
escuche o tristeza.
Es uno de los elementos más importantes en todo el
proceso comunicativo. Facilita la regulación de los turnos de palabra así como
también la integración y participación de ambas partes en este proceso
comunicativo participativo. Siempre miramos más cuando escuchamos que cuando
hablamos, pero cuando hablamos nos gusta que nos miren pues nos transmiten que
están escuchando y prestando atención. Por otro lado, cuando escuchamos
necesitamos que nos miren pues nos hacen partícipes del proceso comunicativo en
el cual estamos participando.
Consideramos a
un interlocutor como más creíble cuando éste nos mira cuando nos está hablando.
Si su mirada está perdida en el horizonte. Si su mirada está perdida en el
horizonte o esquiva nuestra mirada, consideramos dicho elemento como una falta
de seguridad, credibilidad, confianza o en su caso, también como una falta de
gusto por lo que se está haciendo o
diciendo.
La cantidad y
tipo de mirada también comunican actitudes interpersonales. Si miramos
fijamente sin pestañear al otro interlocutor, podemos estar dando a conocer una
actitud más hostil y agresiva. Por el contrario, si evitamos el mirarle, le
estamos demostrando que no tenemos interés, que somos tímidos o que por
ejemplo, estamos cohibidos en dicha situación.
Según la mayoría de estudios, las mujeres miran más
que los hombres.
En general, según Knapp (1982) se mira más cuando: se
está físicamente lejos de compañero; se habla de temas triviales e
impersonales; no hay nada más que mirar; se está interesado en las reacciones
del interlocutor, es decir, se está implicado personalmente; se tiene interés
en el compañero; se posee un estatus superior al compañero; se pertenece a una
cultura que enfatiza el contacto visual en la interacción; se es extravertido;
se tienen grandes necesidades de afiliación o de inclusión; se es dependiente
del compañero (y éste ha sido indiferente); se está escuchando más que hablando
y se es mujer.
a)
El movimiento: Las
investigaciones acerca de la comunicación humana a menudo han descuidado al individuo
en sí. No obstante, es obvio que cualquiera de nosotros puede hacer un análisis
aproximado del carácter de un individuo basándose en su manera de moverse (rígido,
desenvuelto, vigoroso), y que la manera en que lo haga representará un rasgo
bastante estable de su personalidad.
Tomemos por ejemplo la simple acción de caminar:
levantar en forma alternada los pies, llevarlos hacia adelante y colocarlos
sobre el piso. Este solo hecho nos puede indicar muchas cosas.
El hombre que habitualmente taconee con fuerza al
caminar nos dará la impresión de ser un individuo decidido. Si camina ligero,
podrá parecer impaciente o agresivo, aunque si con el mismo impulso lo hace más
lentamente, de manera más homogénea, nos hará pensar que se trata de una
persona paciente y perseverante. Otra lo hará con muy poco impulso - como si
cruzando un trozo de césped tratara de no arruinar la hierba - y nos dará una
idea de falta de seguridad. Como el movimiento de la pierna comienza a la
altura de la cadera, hay otras variaciones. El hecho de levantar las caderas
exageradamente da impresión de confianza en sí mismo; si al mismo tiempo se
produce una leve rotación, estamos ante alguien garboso y desenfadado. Si a
esto se le agrega un poco más de ritmo, más énfasis y una figura en forma de
guitarra, tendremos la forma de caminar que, en una mujer, hace volverse a los
hombres por la calle. Siempre se han observado diferencias de movimientos entre
las distintas culturas. A cualquiera le resultará fácil advertir la diferencia
existente entre los movimientos angulares y enérgicos de los esquimales y los
movimientos ondulantes de los habitantes de Samoa, que hacen vibrar sus cuerpos
desde la cintura y efectúan gestos curvos y sinuosos con manos, brazos y
hombros.
Esto
representa el "cómo" del movimiento corporal, en contraste con el
"qué": no el acto de caminar sino la manera en que se hace; no el
acto de estrechar la mano, sino la forma de hacerlo. Como cualquier otro
lenguaje, el del cuerpo tiene también palabras, frases y puntuación. Cada gesto
es como una sola palabra y una palabra puede tener varios significados. Sólo
cuando la palabra forma parte de una frase, puede saberse su significado
correcto.
El sistema
que se ha elaborado para el estudio de este tema se denomina "esfuerzo-forma".
El analista de "esfuerzo-forma" estudia el fluir del movimiento -en
tensión o en relajación, intenso o leve, repentino o directo, etc.- y la
figura, que es en realidad un concepto de la danza: las formas que adopta el
cuerpo en el espacio. El "esfuerzo-forma" ha sido aplicado tanto para
la instrucción en la danza como para la de los actores; para la terapia por
medio de la danza y la rehabilitación física; para estudios acerca del
desarrollo de los niños, investigaciones psicoterapéuticas y aún el estudio
comparativo de las diversas culturas. Para entender mejor la utilidad del
estudio del sistema "esfuerzo-forma", pondré un ejemplo, un caso en
el que a partir de unos movimientos puede diagnosticarse el estado psíquico de
un individuo. Se trata de un estudiante de comunicación no verbal, al cual le
pasan una película:
La señorita
González enseñó una película tomada durante una de esas sesiones. Al comenzar,
entraban a una habitación dos hombres, el médico y su paciente; pasaban frente
a la cámara y se sentaban frente a ella. Lo que llamó la atención
inmediatamente, era que había algo sumamente extraño en el paciente.
La película
fue pasada sin la banda de sonido, de manera que no era posible hallar una
pista en el diálogo. No obstante, era evidente que el paciente no se movía como
una persona normal. La señorita González fue señalando las diferencias. Por una
parte, su manera de caminar: parecía deslizar los pies de manera muy lenta,
monótona e igual, trasladando sólo muy levemente el peso del cuerpo de un pie a
otro.
También se
sentaba de una manera extraña: en perfecta simetría, con las piernas
descruzadas, los brazos colgando a los costados y el torso siempre inmóvil. La
señorita González explicó que este grado de simetría e inmovilidad son típicos
de algunos esquizofrénicos. Ella ha descubierto que algunos trastornos motores
parecen ser índices efectivos de la gravedad de la enfermedad del paciente, y
otros parecen correlacionarse con diagnósticos específicos.
A medida
que pasaba la película el paciente se movía muy poco, pero cada vez que lo
hacía producía un efecto extraño. A veces volvía lentamente la cabeza de la
izquierda hacia la derecha, como soñoliento, y al terminar el movimiento
comenzaba a rascarse la cara, arañándose repetidas veces con las uñas.
Comenzaba un movimiento y lo dejaba inconcluso, o lo cambiaba inmediatamente
por otro totalmente diferente. Todo movimiento quedaba frustrado, sus ritmos y
frecuencias parecían fragmentos y era como si su extraña lentitud constituyera
una barrera entre él y los demás.
Como
contraste, observamos luego al psiquiatra que aparecía en la película. Estaba
sentado, inclinado levemente hacia el paciente, y cuando gesticulaba, cosa que
no sucedía muy a menudo, sus movimientos eran claros, rápidos, breves y
económicos.
En un
momento dado, el paciente se dejó caer hacia un lado: el doctor se echó hacia
él, lo tomó del brazo y volvió a enderezarlo. Este gesto fue realizado de
manera firme y directa. No pareció nada repentino ni brusco y fue perfectamente
aprovechado; cuando tomó al paciente del brazo, no tiró de él hacia abajo ni
hacia arriba sino que, con suavidad y claramente, lo volvió a su posición
anterior. En conjunto, la señorita González dijo que, a su juicio, el médico
era una persona firme, suave y sensible, algo intelectual y despegado.
La
proporción entre gesto y postura es una forma de evaluar el grado de participación
de un individuo en una situación dada. Distingue dos tipos de movimientos: el
gestual, en el que el individuo utiliza sólo una parte de su cuerpo, y el
postural, que generalmente atañe a toda su persona e implica también
variaciones en la distribución del peso.
El
movimiento postural literalmente lleva más peso detrás y puede emplearse como
medida de la participación. Un hombre que sacude enérgicamente los brazos no
parecerá convincente si sus movimientos no se extienden al resto del cuerpo.
Un cambio
postural, señaló la señorita González, no implica solamente una variación en la
posición del torso, ya que a no ser que participen también otras partes del
cuerpo, se considerará un gesto del torso. Aun el caminar puede ser gestual y
en consecuencia señal del retraimiento, como lo era en el enfermo de la
película.
Lo que
importa es la proporción existente entre los movimientos posturales y los
gestuales, más que el mero número de movimientos posturales. Un hombre puede
estar sentado muy quieto, escuchando, pero si al moverse lo hace con todo su
cuerpo, parecerá estar prestando mucha atención; mucha más que si estuviera
continuamente en movimiento, jugueteando tal vez constantemente con alguna
parte de su cuerpo.
Las
actitudes corporales reflejan las actitudes y orientaciones persistentes en el
individuo. Una persona puede estar inmóvil o sentada hacia adelante de manera
activa, o hundida en sí misma, y así sucesivamente. Estas posiciones o
posturas, y sus variaciones o la falta de las, representan la forma en que uno
se relaciona y orienta hacia los demás.
c.1)
La forma de caminar:
Al
interaccionar socialmente, cuando estamos sentados, centramos la atención en la
cara, los pies son la parte más alejada y parecen escapar a nuestro control. Los pies son la parte más alejada
que tenemos y por eso hay poca presión para que el sujeto ejerza un control
deliberado sobre las acciones de sus pies. Aún así, suministran señales válidas
en cuanto a su verdadero estado de ánimo. En ellos, podemos apreciar las
tensiones, por los movimientos de
piernas y pies. En conversaciones sociales y de forma no consciente expresamos
tensiones mediante oscilaciones rítmicas arriba/abajo del pie, apretar
fuertemente las piernas o cambiar continuamente la postura de las mismas.
Esta es la forma equilibrada de andar. Denotando una
persona madura, segura de sí y bien sucedida.
Ya esta manera de andar, denuncia una persona
insegura o con miedo, porque la punta del pie es la primera que toca el suelo.
Puede también evidenciar timidez e introspección de su “yo”.
El andar de esta persona indica que desee ser
grande, sea físicamente o moralmente, porque el levanta excesivamente su talón
del suelo.
Esta forma de andar demuestra vejez, cansancio del
ambiente o de las personas. Encontramos también esta forma de andar en personas
que tienen debilidad física o mental.
Este es el andar arrastrado que significa descuido,
cansancio, desánimo físico y moral, contrariedad, falta de ocupación y
despreocupación con lo social.
*La
amplitud del paso también es un excelente indicador de la
personalidad.
PASOS CORTOS –
indica una persona que no tiene mucho que hacer, tal como si estuviese de
vacaciones. Muestra también falta de disposición y una cierta despreocupación
hacia la vida.
PASOS MEDIOS-
reflejan una persona que está en armonía y sabe utilizar el tiempo con
sabiduría. También indican madurez mental/espiritual.
PASOS LARGOS –
indican una persona con objetivo, con ideal y metas que necesitan ser cumplidas
rápidamente, denotan también energía física.
c.2) Los movimientos de cabeza:
Juegan en
la interacción un papel, indicando voluntad de que la otra persona siga
hablando o deseo de que finalice la conversación.
a) La postura corporal: Para la
mayoría de nosotros, la postura es un tema poco agradable sobre el que nuestra
madre solía regañarnos. Pero para un psicoanalista la postura de un paciente
muchas veces constituye una clave de primer orden sobre la naturaleza de sus
problemas.
Albert
Scheflen observó que las personas que no se conocen evitan cuidadosamente
adoptar las mismas posiciones. La importancia de la imitación puede llegar a
ser una de las lecciones más significativas que podemos aprender, pues es la
forma en que los demás nos expresan que coinciden con nosotros o que les
agradamos. También es la forma en que comunicamos a los demás que realmente nos
agradan.
Algunas
veces cuando las personas se ven forzadas a sentarse demasiado juntas,
inconscientemente despliegan sus brazos y piernas como barreras. Un hombre y
una mujer sentados frente a frente a una distancia muy próxima, cruzarán los
brazos y tal vez las piernas, y se echarán hacia atrás en sus asientos.
La postura
no es solamente una clave acerca del carácter, es también una expresión de la
actitud. En efecto, muchos de los estudios psicológicos que se han hecho sobre
la postura la analizan según lo que revela acerca de los sentimientos de un
individuo con respecto a las personas que lo rodean.
Un
investigador ha observado que cuando un hombre se inclina levemente hacia
adelante, pero relajado y con la espalda algo encorvada, probablemente
simpatiza con la persona que está con él. Por otra parte, si se arrellana en el
asiento, puede significar desagrado.
La postura
es, como ya hemos dicho, el elemento más fácil de observar y de interpretar de
todo el comportamiento no verbal. En cierto modo, es preocupante saber que
algunos movimientos corporales que teníamos por arbitrarios son tan
circunscritos, predecibles y -a veces- reveladores; pero por otra parte, es muy
agradable saber que todo nuestro cuerpo responde continuamente al
desenvolvimiento de cualquier encuentro humano.
Por
ejemplo, los que venden por las casas de parejas casadas deben observar de los
gestos de los cónyuges para ver quién los inicia y quién los copia. Por
ejemplo, si el marido es el que mantiene la conversación y la mujer no dice
nada, pero usted observa que él copia los gestos de la mujer, descubrirá que es
ella la que decide y firma los cheques, así que al vendedor le conviene dirigir
su charla a la señora.
La postura viene
definida tanto por la posición de nuestro cuerpo en conjunto como por la de los
miembros que la componen. Es importante analizar desde qué postura adoptamos al
sentarnos hasta estando de pie pues, este elemento no verbal puede dar a
conocer información sobre sentimientos y actitudes de la persona hacia sí misma
y hacia el entorno en el que se desenvuelve.
·
Según Mehrabian (1968), hay cuatro
categorías posturales:
- Acercamiento:
una postura atenta que se comunica por una inclinación hacia delante del
cuerpo.
- Retirada:
una postura negativa, de rechazo o de repulsa, que se comunica retrocediendo o
volviéndose hacia otro lado.
- Expansión:
una postura orgullosa, engreída, arrogante, despreciativa, que se comunica por
la expansión del pecho, tronco erecto o inclinado hacia atrás, cabeza erguida,
hombros elevados.
- Contracción:
una postura depresiva, cabizbaja, abatida, que se comunica por un tronco
inclinado hacia atrás, cabeza hundida, hombros que cuelgan, pecho hundido.
En contextos sociales las principales dimensiones de
la postura son: el acercamiento (inclinarse hacia delante, proximidad física,
tocar, orientación directa y la apertura de brazos y piernas) y la relajación
(posiciones asimétricas de los brazos y piernas, el apoyo lateral y la
relajación de manos). La relajación puede mostrar dominancia mientras que
denotará sumisión y ansiedad una postura tensa.
d.1) La posición al hablar:
La posición que toman dos personas al hablar determina la actitud que •tienen hacia la conversación, e incluso puede determinar la orientación de la misma.
· Estando
de pie
a) Posición abierta:
Conversación amigable, invita a otros a intervenir.
b) Posición cerrada:
No invita a otros a intervenir.
Si
dos personas están adoptan la posición cerrada, he de dejar la conversación. No
he de quedarme, si acabo de llegar.
·
Sentados
Aprende a sentarte
tranquilo y comportarte cuando se escucha. Reparte equitativamente el peso de
tu cuerpo para no cansarte mientas estás sentado conversando. Si te sientas en el
borde de la silla, es indicativo que deseas irte tan pronto como sea
posible.
Si cambias constantemente de posición, estás
expresando a gritos que estás aburrido. Si mueves incesantemente los
pies durante la conversación, tu interlocutor pensará que estás molesto,
inseguro, irritado, nervioso, cansado o aburrido. Sitúate en una posición
cómoda y descansada que te permita respirar mejor y manejar mejor tu voz.
Sentados, cruzar las piernas y dirigir las rodillas hacia la otra persona, es señal de interés. En grupos, la gente orienta el pie hacia quien le interesa.
Cuando una persona quiere tener el control sobre otra, se sienta en un sillón giratorio y sienta a la otra persona en un sillón fijo y adopta las siguientes posiciones:
- Posición triangular abierta:
Actitud relajada y formal. Es bueno para aconsejar.
-
Posición frente a frente:
Persona de la izquierda presiona a la derecha. Toda reunión ha de empezar en posición 1, y puede ser bueno usar esta posición cuando la persona de la derecha no está contestando sinceramente.
-
Posición en ángulo recto:
Quita presión a la entrevista. Se pone esta situación cuando se aborda una situación delicada:
•
Colocación en una mesa
- Posición competitivo-defensiva:
Esta posición mantiene las distancias y no es buena para encontrar soluciones negociadas que beneficien a ambas partes. Es la posición que suele tomar un superior con un subordinado. La ventaja que tiene es que da conversaciones cortas.
- Cooperar:
Esta posición se adopta cuando dos miembros de un equipo quieren solucionar un problema juntos.
- Posición en ángulo:
Es una posición amistosa e informal.
Cuando se está
negociando algo, o cuando se está visitando un cliente, se debe intentar estar
en la posición uno, ya que así la persona con la que estemos tendrá una actitud
de superioridad y no nos escuchará abiertamente.
• Colocación en una presentación
Normalmente el líder de un grupo se dirigirá a la cabeza de la mesa.
Participan los de en medio porque tienen más
contacto visual.
Las posiciones de la postura nos pueden comunicar
los siguientes rasgos:
- Actitudes de
calidez, amistad, intimidad, etc las mostrarán posturas donde la distancia está
reducida aumentando la apertura hacia la otra persona. Si nos inclinamos hacia
delante extendiendo los brazos hacia la otra persona mostraremos calidez hacia
ella. Mostraremos dominancia o sorpresa si nos apoyamos hacia atrás con las
manos enlazadas sosteniendo la parte posterior de nuestra cabeza. Se nos
calificará de tímidos (fóbicos) si los brazos los dejamos colgando y la cabeza
colgando hacia un lado; si las piernas están separadas, los brazos en la
cintura y una ligera inclinación lateral mostraremos determinación.
- Emociones: las
posturas pueden comunicar diversas emociones, así los hombros encogidos, brazos
erguidos y manos extendidas comunican indiferencia; inclinarse hacia delante,
extender los brazos y apretar los puños, denotan ira; los movimientos pélvicos,
cruzar y descruzar las piernas (en las mujeres) muestran flirteo.
-
Acompañamiento del habla: cambios importantes en la postura,
son empleados para marcar amplias unidades del habla, como en los cambios de
tema, para dar enfatizar y señalar el tomar o ceder la palabra.
Añadiremos asertividad al mensaje cuando mantenemos
una postura erecta y activa.
a)
Los gestos: junto con la
mirada y el habla son componentes importantes de poseer unas buenas habilidades
sociales.
Uno de los
errores más graves que puede cometer un novato en el lenguaje del cuerpo es
interpretar un gesto aislado de otros y de las circunstancias. Rascarse la
cabeza, por ejemplo, puede significar muchas cosas: caspa, piojos, sudor,
inseguridad, olvido o mentira, en función de los demás gestos que se hagan
simultáneamente. Para llegar a conclusiones acertadas, deberemos observar los
gestos en su conjunto. Los gestos se presentan "en frases" y siempre
dicen la verdad sobre los sentimientos y actitudes de quien los hace. La
persona perceptiva es la que lee bien las frases no verbales y las con las
expresadas oralmente.
e.1) Los gestos con los brazos cruzados:
Esconderse
detrás de una barrera es una respuesta humana normal que aprendemos a edad
temprana para protegernos. Al cruzar uno o los dos brazos sobre el pecho se
forma una barrera que, en esencia, es el intento de dejar fuera de nosotros la
amenaza pendiente o las circunstancias indeseables.
Una cosa es
cierta: cuando una persona tiene una actitud defensiva, negativa o nerviosa,
cruza los brazos y muestra así que se siente amenazada.
-Gesto
estándar de brazos cruzados:
El gesto
estándar es universal y expresa la misma actitud defensiva o negativa, casi en
todas partes. Suele verse cuando una persona está entre desconocidos en
reuniones públicas, colas, cafeterías, ascensores o en cualquier lugar donde se
sienta insegura.
-Cruce de
brazos reforzado:
Si, además
de haber cruzado los brazos, la persona ha cerrado los puños, las señales son
de defensa y hostilidad. Este grupo de gestos se combina a veces con el de los
dientes apretados y la cara enrojecida. En ese caso puede ser inminente el
ataque verbal o físico.
- El gesto de
cogerse los brazos:
Observarán
que esta forma de cruzar los brazos se caracteriza por oprimirlos para reforzar
la posición y anular cualquier intento de liberarlos que pudiera dejar expuesto
el cuerpo. Los brazos pueden llegar a apretarse con tanta fuerza que los dedos palidezcan
al impedirse la circulación de la sangre. Este estilo se observa comúnmente en
las personas que están en la sala de espera de un médico o de un dentista, o en
las que viajan en avión por primera vez y esperan el despegue.
Existe un conjunto de gestos que
expresan evaluación crítica. El principal es el de la mano en la cara, con el
índice levantando la mejilla y otro dedo tapando la boca mientras el pulgar
sostiene el mentón. Además de considerar a los gestos agrupados y de tener en
cuenta la congruencia entre lo que se dice y el movimiento corporal, todos los
gestos deben considerarse dentro del contexto en que se producen. Otras
evidencias de que el que escucha analiza críticamente al que habla, las
proporcionan las piernas muy cruzadas y el brazo cruzado sobre el pecho
(defensa), mientras la cabeza y el mentón están un poco inclinados hacia abajo
(hostilidad). La "frase no verbal" dice algo así como "no me
gusta lo que está diciendo y no estoy de acuerdo”.
Por
ejemplo, si alguien está de pie en la parada del autobús, con los brazos y las
piernas cruzados y el mentón bajo en un día de invierno, lo más probable es que
tenga frío y no que esté a la defensiva. Pero si esa persona hace los mismos
gestos cuando está sentada frente a un hombre con una mesa de por medio, y este
hombre está tratando de convencerla de algo, de venderle una idea, un producto
o un servicio, la interpretación correcta es que la persona está a la defensiva
y en actitud negativa.
La velocidad
de algunos gestos y el modo en que resultan obvios para los demás está
relacionada con la edad de los individuos. Si una niña de cinco años dice una
mentira a sus padres, se tapará inmediatamente la boca con una o las dos manos.
El gesto indica a los padres que la niña mintió y ese gesto continúa usándose
toda la vida, variando solamente su velocidad. Cuando la adolescente dice una
mentira, también lleva la mano a la boca como la niña de cinco años, pero, en
lugar de taparla bruscamente, sus dedos apenas rozan su boca. El gesto de
taparse la boca se vuelve más refinado en la edad adulta. Cuando el adulto dice
una mentira, el cerebro ordena a la mano que tape la boca para bloquear la
salida de las palabras falsas, como ocurría con la niña y la adolescente, pero
en el último momento aparta la mano de la boca y el resultado es un gesto
tocándose la nariz. Ese gesto no es más que la versión refinada, adulta, del
gesto de taparse la boca que se usó en la niñez. Esto sirve de ejemplo para
mostrar que cuando un individuo se hace mayor, muchos de sus gestos se vuelven
más elaborados y menos obvios. Es más difícil interpretar los gestos de una
persona de cincuenta años que los de un individuo mucho más joven.
e.2)
Los gestos de descarga:
Los animales, el hombre incluido, realizan unas cortas acciones, tics
o gestos consabidos, que les sirven de válvula de escape o descanso a la
tensión comunicativa.
Nos
arreglamos el pañuelo o corbata, los puños de la camisa, etc. Nos restregamos y
limpiamos los ojos, las gafas; llevamos las manos a la nariz y los oídos;
satisfacemos ciertos picores; enjugamos el sudor, repasamos el aseo de nuestras
unas. Acudimos una y otra vez al vaso de agua, al rito de encender y chupar un
cigarrillo, a limpiarle concienzudamente la ceniza. Arreglamos por centésima
vez unos papeles, limpiamos una mota de polvo, abrirnos y cerramos un cajón,
nos enfrascamos en un dibujo, trazamos flechas, etc.
e.3) Gestos
al inicio de una conversación:
El
encuentro es un momento fundamental de la conversación y, a partir de él, se
desencadenan una serie de estrategias a través de sutiles negociaciones no
verbales que tienen lugar desde los primeros momentos. Los primeros 15 a 45
segundos son fundamentales, ya que representan la afirmación de una relación
preexistente o una negociación.
Aquellas
pautas de comportamiento comunicativo, aquellas reglas de interacción que
ponemos en funcionamiento para expresar o negociar la intimidad, son las que
hacemos servir para hacerle saber a una persona si nos gusta o no. Y eso
raramente lo hacemos de manera verbal.
En nuestras
conversaciones, mientras estamos dialogando, solemos mover nuestras manos y
brazos enfatizando aquello que estamos comunicando. Con la gesticulación,
podemos complementar el mensaje que estamos transmitiendo, añadiendo matices
distintos a la información oral, podemos enumerar elementos o pueden incluso
mostrar sentimientos de la persona que está hablando. Cabe añadir que
gesticulamos más cuando hablamos que
cuando escuchamos, en este último caso, solemos tener las manos más quietas.
b)
Gestos
con las piernas:
f.1) Cruce
de piernas
Las piernas
cruzadas, como los brazos cruzados, indican la posible existencia de una
actitud negativa o defensiva. En un principio, el propósito de cruzar los
brazos sobre el pecho era defender el corazón y la región superior del cuerpo.
Cruzar las piernas es el intento de defender la zona genital.
- El Cruce de
piernas estándar
Una pierna
se cruza netamente por encima de la otra; por lo general, la derecha sobre la
izquierda. Este es el cruce normal para los europeos, británicos, australianos
y neozelandeses, e indica una actitud defensiva, reservada o nerviosa. Sin
embargo, este gesto es de apoyo a otros gestos negativos y no debe
interpretarse aislado del contexto.
f.2) Cruce
de tobillos
Tanto el
cruzarse de brazos corno de piernas señala la existencia de una actitud
negativa o defensiva, y el cruce de tobillos indica lo mismo. La versión
masculina del cruce de tobillos se combina a menudo con los puños apoyados
sobre las rodillas o con las manos cogiendo con fuerza los brazos del sillón.
La versión femenina
es apenas distinta: se mantienen las rodillas juntas; los pies pueden estar
hacia un costado, y las manos descansan una al lado de la otra o una sobre la
otra, apoyadas en los muslos.
Observaciones
llevadas a cabo en entrevistas y ventas efectuadas a lo largo de más de diez
años, revelan que cuando el entrevistado cruza los tobillos está «mordiéndose
los labios» mentalmente. El gesto señala el disimulo de una actitud o emoción
negativa: nerviosismo o temor.
f.3) Cruce
de pies
Es un gesto
casi exclusivamente femenino. Un pie se engancha en la otra pierna para
fortalecer la actitud defensiva. Cuando aparece este gesto, puede estar seguro
de que la mujer se ha encerrado en ella misma, retrayéndose como una tortuga en
su caparazón. Un enfoque discreto, amistoso y cálido es lo que usted necesita,
si desea abrir el caparazón. Esta posición es propia de las mujeres tímidas.
c)
Las
manos:
Cada vez
que una persona habla, los movimientos de sus manos y dedos, los cabeceos, los
parpadeos, todos los movimientos del cuerpo coinciden con el compás de su
discurso.
La mayoría
de las personas son conscientes del movimiento de manos de los demás, pero en
general lo ignoran, dando por sentado que no se trata más que de gestos sin
sentido. Sin embargo, los ademanes comunican. A veces, contribuyen a esclarecer
un mensaje verbal poco claro.
g.1) Las
manos en la cara
¿Cómo puede
saberse que alguien está mintiendo?
Reconocer
los gestos de engaño puede ser una de las habilidades más importantes que
pueden adquirirse. ¿Cuáles son las señales que delatan a los mentirosos? Las
posiciones de las manos en la cara son la base de los gestos humanos para
engañar. En otras palabras, cuando vemos, decimos o escuchamos una mentira, a
menudo intentamos taparnos los ojos, la boca o los oídos con las manos.
g.2) Por debajo de la boca
- Apoyar la cabeza sobre las manos es señal
de aburrimiento.
- Mano apoyada en la mejilla e índice
normalmente hacia arriba. Indica que se está evaluando.
- Mano en la barbilla
Normalmente indica que se está tomando
una decisión, en estos momentos es momento de estar callados. Si tras estar
meditando la persona se echa hacia atrás indica que no va a haber acuerdo, por
lo que tendremos que volver a recalcar los puntos clave.
Hay que tener mucho cuidado de no confundir las
posiciones de evaluación con la siguiente posición: índice hacia arriba y el
pulgar aguanta la barbilla. Esta posición no es de evaluación, es que la
persona está teniendo pensamientos negativos, por lo que he de intentar que la
persona cambie de actitud.
- Tocarse nuca o cabeza,
significa que la persona se ha equivocado.
- Tocarse la cabeza. Es una persona más abierta.
- Rascarse
el cuello. En este
caso el índice de la mano derecha rasca debajo del lóbulo de la oreja o rasca
el costado del cuello. Nuestras observaciones de este gesto revelan algo
interesante: la persona se rasca unas cinco veces. Es raro que lo haga más o
menos veces.
El gesto
indica duda, incertidumbre, y es característico de la persona que dice: “No sé
si estoy de acuerdo.” Es muy notorio cuando el lenguaje verbal contradice el
gesto; por ejemplo, cuando la persona dice: "Entiendo cómo se
siente".
Inclina la
cabeza hacia los lados o hacia adelante y atrás. Es una postura como si su
cabeza descansara sobre uno de sus hombros. Esta posición les imprime ternura y
es una postura muy femenina (puedes verla ampliando las imágenes).
-
Cubrirse la boca
es síntoma de que se está mintiendo. Es como un intento de evitar que nuestras
mentiras salgan de la boca.
Los niños lo hacen mucho, y conforme se van haciendo
mayores lo van disimulando. Hasta el punto que los adultos se tocan
disimuladamente, entre la nariz y la boca.
- Tocarse la nariz. También denota que
se está mintiendo
- Tocarse la oreja. Es que no se
quiere escuchar o no le gusta lo que está oyendo.
- Meterse un dedo en la boca (o un elemento
como un lápiz o cigarrillo), es señal que la persona está insegura. Hay que
darle seguridad.
g.3) Los gestos al fumar:
Una señal concreta indica si la persona tiene una
actitud positiva o negativa en cada momento: la dirección en que exhala el
humo. La persona que tiene una actitud positiva, que se siente superior o que
confía en sí misma, exhala hacia arriba la mayor parte del tiempo. A la
inversa, quien está en actitud negativa, de sospecha, exhala hacia abajo casi
todo el tiempo. Soplar hacia abajo por un lado de la boca índica una actitud de
reserva o más negativa. Todo esto es válido en los casos en que el fumador no exhala
hacia arriba con el fin de no molestar a los demás; en estos casos, exhalará
hacia cualquier lado. Exhalar el humo por la nariz indica que la persona se
siente segura y superior. El humo va hacia abajo solamente por la posición de
las fosas nasales y la persona a menudo se echa hacia atrás para exhalar. Si la
cabeza del individuo está inclinada hacia abajo cuando exhala por la nariz,
está enfadado y trata de parecer feroz como un toro embravecido.
g.4) Los
gestos con gafas:
Todos los
objetos auxiliares que el hombre utiliza proporcionan oportunidades para hacer
muchos gestos reveladores, y éste es el caso de los que usan gafas. Uno de los
gestos más comunes es ponerse en la boca la punta de una patilla.
Desmond
Morris dice que el acto de poner objetos contra los labios o en la boca
representa un intento de revivir la sensación de seguridad del bebé que
succiona el pecho de la madre, lo que significa que el gesto de llevarse las
gafas a la boca es un gesto de afirmación de la propia seguridad. Los fumadores
usan los cigarros para lo mismo y los niños se chupan el pulgar.
Los actores
de los años 20 y 30 usaban el gesto de mirar por encima de las gafas para
representar una personalidad que juzga y critica. Pero puede ser que la persona
esté usando gafas para ver de cerca y encuentre más cómodo mirar por encima de
ellas que quitárselas. El que recibe esta mirada puede sentir que están
investigando y juzgándolo.
Mirar por
encima de las gafas puede ser un grave error, porque la persona mirada se
defenderá cruzando los brazos, las piernas y adoptando una actitud negativa.
Los que usan gafas deben quitárselas cuando hablan y ponérselas cuando
escuchan. Esto no sólo relaja a la otra persona, sino que permite al que usa
gafas el control de la situación. El otro aprende en seguida que cuando aquel
con quien está dialogando se quita las gafas, él no debe interrumpirlo, y sólo
puede hablar cuando la otra persona se las pone.
g.5) El
apretón de manos:
Tres
actitudes pueden transmitirse en el apretón:
1. La actitud de dominio: «Este individuo está
tratando de someterme. Voy a estar alerta.»
2.
La de sumisión: «Puedo hacer lo que quiera con
esta persona.»
3.
Y la actitud de igualdad: «Me gusta, nos
llevaremos bien.»
Estas
actitudes se transmiten de forma inconsciente pero, con la práctica y la
aplicación conscientes, las siguientes técnicas para estrechar la mano pueden
tener un efecto inmediato en el resultado de un encuentro con otra persona.
El dominio
se transmite cuando la palma queda hacia abajo. No es necesario que la palma
quede hacia el suelo; basta con que esté hacia abajo sobre la palma de la otra
persona. Esta posición le indica a uno que el otro quiere tomar el control de
esa reunión. La inversa del apretón dominante es ofrecer la mano con la palma
hacia arriba). Este gesto resulta especialmente efectivo cuando se desea ceder
al otro el control de la situación, o hacerle sentir que lo tiene. Pero aunque
poner la palma hacia arriba cuando se estrecha una mano puede denotar una
actitud de sumisión, hay circunstancias que mitigan el efecto y que es
necesario considerar.
- Los estilos
para estrechar la mano
Extender el
brazo con la mano estirada y la palma hacia abajo es el estilo más agresivo de
iniciación del saludo, pues no da oportunidad a la otra persona de establecer
una relación en igualdad de condiciones. Esa forma de dar la mano es típica del
macho dominante y agresivo que siempre inicia el saludo. Su brazo rígido y la
palma hacia abajo obligan al otro individuo a ponerse en la situación sumisa,
pues tiene que responder con su palma hacia arriba.
El apretón
de manos "estilo guante" se lo llama a veces "apretón de manos
del político". El iniciador trata de dar la impresión de ser una persona
digna de confianza y honesta, pero cuando usa esa técnica con alguien que se
acaba de conocer, el efecto es opuesto.
- Manos con
los dedos entrelazados
Al
principio puede parecer que éste es un gesto de bienestar porque la gente que
lo usa a menudo está sonriendo al mismo tiempo y parece feliz. Pero realmente
es un gesto de frustración o actitud hostil y la persona que lo hace está
disimulando una actitud negativa. Parece que existe una relación entre la
altura a la que se sostienen las manos y la intensidad de la actitud negativa.
Cuando más altas están las manos, más difícil será el trato con la persona.
- Los gestos
con el pulgar
Se usan
para expresar dominio, superioridad e incluso agresión; los gestos con los
pulgares son secundarios, forman parte de un grupo de gestos.
El hombre
que corteja a una mujer las emplea delante de ésta y son de uso común también
entre las personas de prestigio, de alto status y bien vestidas. Las personas
que usan ropas nuevas y atractivas hacen más gestos con los pulgares que las
que usan ropas pasadas de moda.
Los
pulgares, que expresan superioridad, resultan más evidentes cuando una persona
está dando un mensaje verbal contradictorio. Con frecuencia los pulgares salen
de los bolsillos, a veces de los bolsillos posteriores, como para disimular la
actitud dominante de la persona. Las mujeres agresivas o dominantes usan
también este gesto. El movimiento de liberación femenina las ha llevado a
adoptar muchos gestos y actitudes masculinos. Los que muestran los pulgares
suelen añadir a este gesto el balanceo sobre los pies para dar la impresión de
tener mayor estatura.
Otra
posición conocida es la de los brazos cruzados con los pulgares hacia arriba.
Es una señal doble pues los brazos indican una actitud defensiva o negativa,
mientras que los pulgares representan una actitud de superioridad. La persona
que usa este gesto doble suele gesticular con los pulgares y, cuando está
parada, balancearse sobre los pies.
-
Palmas
de las manos:
Las personas sinceras enseñan las palmas de las manos, mientras las personas poco sinceras tienen las palmas hacia abajo.
Al pedir a alguien que haga algo (Ej. Mover una caja), hay tres formas distintas relacionadas con la posición de las manos:
a) Palma hacia arriba:
Como tengo la palma hacia arriba, denoto sumisión, y no provoca presión. Es amistoso, persona de mi nivel lo hará con gusto.
b) Palma hacia abajo:
Denota autoridad. Si la persona está a mi nivel se puede negar.
c) Puño cerrado y apuntando con el dedo:
Es como si hostigase a la persona con un palo. No es bueno pedir las cosas así, especialmente si se usa a menudo.
Esto significa CONTROL
Esto significa IGUALDAD
Cuando quiero
transmitir confianza a la otra persona, le puedo dar la mano normalmente,
poniendo además la mano izquierda sobre la de él. Pero esto, sólo lo puedo
hacer con alguien que conozco, ya que de lo contrario, produzco el efecto
contrario. También puedo coger con la mano izquierda el brazo o el hombro para
transmitir confianza. De hecho, cuanto más alejada esté la mano izquierda de la
muñeca, más sentimiento expreso. Es decir, expreso más sentimiento poniendo la
mano sobre el hombro del otro, que sobre la muñeca.
- Frotarse las manos: expresa
una expectativa positiva. Si es rápido, la persona muestra que va a beneficiar
a otro. Si es lento, el otro desconfiará, porque la persona muestra que es
beneficio para ella.
- Las manos en ojiva o triángulo: denotan seguridad. En un
proceso negociador significa que la persona ha tomado una decisión, por lo
tanto si viene después de signos positivos es que habrá trato, pero si viene
después de signos negativos no habrá trato.
- Manos por detrás: Si se agarra la mano por
detrás, significa seguridad y superioridad. Ahora si se agarra la muñeca de la
otra mano, indica frustración, e intento de autocontrol. Cuanto más arriba se
agarre la otra mano, implica que se está autocontrolando más.
- De pie con las manos en las
caderas:
Es una actitud agresiva. Esta actitud la ponen también los hombres para cortejar a las mujeres. Esta actitud de galanteo (o agresividad) también se muestra cuando los hombres o mujeres se ponen de pie con el pulgar metido en los bolsillos y con los otros dedos apuntando hacia los genitales (posición de los vaqueros en las películas del Oeste).
En
cuanto al gesto de tocarse la nariz:
esencialmente, es una versión disimulada de tocarse la boca. Puede consistir en
varios roces suaves debajo de la nariz o puede ser un toque rápido y casi
imperceptible. Algunas mujeres hacen este gesto con discretos golpecitos para
no arruinar el maquillaje.
Una
explicación del origen del gesto de tocarse la nariz es que cuando la mente
tiene el pensamiento negativo, el subconsciente ordena a la mano que tape la
boca, pero, en el último instante, para que no sea un gesto tan obvio, la mano
se retira de la boca y toca rápidamente la nariz. En cualquier caso, apretarse
o rascarse la nariz supone una evaluación o consideración negativa.
Otra
explicación es que mentir produce picazón en las delicadas terminaciones
nerviosas de la nariz y, para que pase, se hace necesario frotarla.
a)
La sonrisa:
Es una de
las emociones más utilizadas para ocultar otras. Con ella podemos transmitir sentimientos hacia la otra
persona y hacia lo que está diciendo; podemos transmitir cercanía simpatía; podemos transmitir por ejemplo que
estamos escuchándole pero, sobre todo se ha comprobado que puede llegar a
minimizar conductas agresivas o conflictivas en la otra persona. Es ampliamente usada en el saludo y en
intercambios sociales, para justificar la tardanza a una cita, transmitir que
nos gusta una persona, etc. Por lo tanto, para mejorar nuestros procesos
comunicativos no te olvides de sonreír de vez en cuando puesto que es gratis y
genera conductas positivas en los demás. Es ampliamente usada en el saludo y en intercambios sociales, para
justificar la tardanza a una cita, transmitir que nos gusta una persona, etc.
Distinguimos varios tipos de
sonrisa:
- Sonrisa auténtica: con la que se expresan las emociones positivas.
- Sonrisa amortiguadora: manifiesta sus sentimientos positivos pero disimulando la verdadera intensidad de los mismos.
- Sonrisa triste: manifiesta emociones negativas.
- Sonrisa conquistadora: al mirar a la persona por la que se muestra interés la sonrisa es auténtica, de inmediato se aparta la vista de ella, vuelve a mirarla y a desviarla de nuevo.
- Sonrisa turbadora: se evita el encontrarse con los ojos de la otra persona, bajando o apartando la vista.
- Sonrisa mitigadora: se transmite un mensaje desagradable, pero intentamos limar asperezas, forzando a que el receptor del mismo, nos devuelva la sonrisa.
- Sonrisa falsa: muestra una emoción positiva cuando en realidad no la siente.
b)
La apariencia personal:
Se refiere al aspecto externo de la
persona. Las características de la apariencia personal ofrecen impresiones a
los demás sobre el atractivo, estatus, inteligencia, personalidad, clase
social, estilo y gusto, sexualidad y edad del individuo.
La apariencia personal es generadora
de primeras impresiones y posibles prejuicios que pueden influir, en el inicio
del acto comunicativo, en la conducta e interés del receptor hacia nosotros y
hacia la acción que vamos a desarrollar. Por lo tanto, es muy importante cuidar
detalles como nuestra indumentaria o aspectos relativos al aseo personal
siempre y cuando queramos que nuestra apariencia personal facilite
comportamientos comunicativos favorecedores por parte del resto de
interlocutores participantes en la situación comunicativa.
·
La primera impresión:
Nunca se
tiene una segunda oportunidad de dar una primera impresión.
Como ya
hemos dicho anteriormente, es imposible no comunicarse. La primera impresión es
un proceso de percepción de una persona por otra que transcurre en muy poco
tiempo. Habitualmente no somos del todo conscientes ni de la emisión ni de la
recepción de las informaciones que la configuran:
- Que aspecto tengo: 55%
- Como hablo 38%
- Que digo 7%
El tiempo
en que fragua la primera impresión varía entre 2 y 4 minutos en el encuentro
cara a cara, y escasos segundos en el telefónico. Abarca tres campos, con muy
distinto peso en el conjunto final de la impresión: A estos hay que añadir un
cuarto: Cómo escucho, que completa el circulo de la comunicación. Cuanta más
congruencia haya entre lo que decimos y la forma en que lo decimos, más
favorable será la primera impresión que causemos.
Componentes
de la primera impresión
1.
Qué aspecto tengo (lo que ven, comunicación
visual)
• Color de la piel, estrato social.
• Sexo
• Edad
• Apariencia (biotipo, postura, pelo, vestido, accesorios, olores,
colores)
• Expresiones faciales
• Contacto ocular
• Movimientos
• Espacio personal (corpulencia, altura, peso; posturas; distancias;
objetos)
• Tacto (piel, tejidos, posibles contactos)
2.
Cómo hablo
• La voz.
En el caso del contacto telefónico se convierte en casi única fuente de
información, con la que tratarán de cubrir las lagunas que aportaría lo visual,
la teórica primera fase.
• Rapidez
• Volumen. Tono o Altura.
• Calidad o Timbre
• Articulación o dicción
3.
Qué digo
• Las palabras. Cómo enfoco los asuntos. Qué pienso y cómo lo expongo.
• Lo
negativo: términos de relleno, expresiones restrictivas, términos exclusivos
• Lo
positivo: estilo directo y afirmativo; no restrictivo, salvo que lo entendamos
idóneo; sin disculpas ni evasivas; más simple en su sintaxis que por escrito,
organizado; coloquial, conciso, animado; breve y puntual; incluso
"participativo".
4.
Cómo escucho
• No interrumpir (si nos interrumpen debemos hacernos respetar)
• Dar señal de retorno, oímos y entendemos su mensaje
• Utilizar los términos del interlocutor. Responderle.
• Demostrar interés pidiendo aclaración a lo que oímos.
Como síntesis,
nos interesa conocer los mecanismos de la primera impresión para utilizar
eficazmente esa fuente de información. Saber todo lo que estamos
"diciendo" a los demás, para que actúe en nuestro favor. Y conocer
qué impactos recibimos, por qué reaccionamos de una manera determinada.
Todo ello
sin forzar la realidad propia o ajena, con naturalidad expresiva y receptiva.
Las "interpretaciones", en los dos sentidos de la palabra, sólo son
buenas para los actores y para los obligados a juzgar.
5. Ropas y colores:
Los colores frecuentemente están asociados con
estados de ánimo o emociones, nos afectan psicológicamente produciéndonos
ciertas sensaciones.
Las ropas y los colores que escogemos para
vestirnos, reproducen con mucha fidelidad la imagen de nuestro interior, o el
momento que estamos pasando. En general, las personas que optan por colores
calientes y claros son extrovertidas, expansivas, modernas, inquietas y con
características de la juventud. Aquellas que escogen los colores fríos con
tonalidades oscuras revelan: seriedad, trabajo, aplicación, compromiso,
sobriedad, pero dependiendo del local (clubes, playas, etc.) pueden revelar:
falta de osadía, recato, depresión, introspección, quietud y una probable
tristeza o recogimiento momentáneo.
El color azul, fomenta la seguridad y la confianza,
reduce el estrés favoreciendo la relajación. Es un color de paz. Se asocia con
estabilidad profundidad.
El color rojo, es
intenso a nivel emocional, representa la pasión, el deseo, el amor, es
excitante, aumenta la presión sanguínea, el interés, el entusiasmo y acelera el
metabolismo.
El color verde,
transmite estabilidad, constancia y crecimiento, a nivel emocional se relaciona
con la seguridad.
El color amarillo,
transmite sensaciones agradables y alegres. No es adecuado para sugerir
estabilidad seguridad.
El color
naranja, representa entusiasmo, felicidad, alegría, creatividad y
estímulo. Es recomendable para comunicarse con adolescentes.
El color negro, representa poder, elegancia,
formalidad, autoridad, fortaleza y misterio.
El color blanco, tiene una connotación positiva y
transmite serenidad, seguridad, limpieza y pureza.
Puede estar seguro que la observación de los colores
en su día-a-día hará que vea la vida de una otra manera, mejorando
excepcionalmente la comprensión vibratoria de personas y ambientes.
1.1.
LA PROXÉMICA: el estudio y la
percepción del espacio personal.
Edward T. Hall estableció 4 zonas de distancia:
Distancia íntima (15-45 cm). Sólo se permite el
acceso a personas con las que mantenemos relación emocional.
Distancia personal (46-1,22 m.). En esta distancia
existe todavía el contacto físico si se quiere y el tono de voz es adecuado,
normal. En ella participan amigos y miembros de la familia.
Distancia social (1,23- 3,60 m.). Es una distancia
apropiada para compañeros de trabajo, típico de negocios y conversaciones con
gente de la calle.
Distancia pública (superior a 3,60 m.). Adquiere la
situación un carácter más formalista. Es típica de seminarios, comunicación a
grupos.
Al igual que en el resto de elementos no verbales
existen una serie de normas implícitas que vienen determinadas por la cultura
en la cual participamos. No olvidemos, que cada cultura define y da un
significado u otro a cada elemento de nuestra comunicación no verbal; por lo
tanto no se puede afirmar la universalidad de la comunicación no
verbal.
La distancia física por sí misma comunica. Es estar
muy cerca de una persona puede ser interpretado por la otra como que buscamos
algo más que una relación de amistad.
Por la otra parte, puede ser
interpretada como un comportamiento agresivo
ya que estamos invadiendo el espacio íntimo de dicha persona (en el caso
de que no nos haya dado el visto bueno para hacerlo). Por lo tanto, al iniciar
y mantener conversaciones con otras personas establecemos, inconscientemente,
un espacio o una distancia física que, visto desde fuera, informa sobre el tipo
de relación comunicativa y social que se está estableciendo entre los dos
interlocutores.
Dentro del espacio físico podríamos ubicar también
el contacto físico o corporal, siendo éste la forma más íntima de comunicación.
En general: es más probable que la gente se toque
cuando: se da información, consejo u órdenes, se pide un favor, se intenta
convencer a alguien, la conversación es profunda, se asiste a acontecimientos
sociales, se reciben mensajes de preocupación, se mandan mensajes de
excitación.
En resumen, el contacto físico o corporal indica
proximidad y solidaridad cuando se emplea con el consentimiento de ambas
partes; y estatus y poder cuando se da en una sola dirección o por sólo uno de los participantes.
a.1)
La vecindad y las distancias
La
presencia continuada hace nacer una amistad. Con las personas queridas
disminuye el propio territorio. Y la corta distancia provoca nueva intimidad.
Entre vecindad y afecto se establece un doble vínculo de causa y efecto.
En caso de
repulsión, por el contrario, crece la molestia mutua y el sentido de propiedad
territorial. La proximidad se hace insufrible. Se procura la distancia y ésta
enfría la relación.
Los que
están sentados cerca van intimando y solidarizándose, aunque no hablen entre
sí. Los que no desean crear relación huyen en cuanto pueden. Entre el
presentador o profesor y los asistentes de las primeras filas se establece una
mayor comunicación, tanto informativa como de relación personal.
Cuando los
seres vivos se encuentran, la mutua percepción provoca una cadena de acciones y
reacciones que intentan uno de estos dos objetivos: ocultarse o darse a
conocer, incomunicarse o comunicarse.
La mesa, el
atril, se interponen como una distancia y protección. Las manos ocultas u
ocupadas con algún instrumento, revelan miedo o reserva. Las manos abiertas,
tendidas hacia adelante, muestran no estar armadas, ni crispadas en forma de
garra, pezuña o hacha. Abrochar, desabrochar un botón de la camisa o de la
chaqueta puede significar cierre o apertura de una situación de confianza.
Inclinar
la cabeza hacia un lado significa confianza y atención. El perro adopta esta
postura al reconocer la voz de su amo. Si alguien nos escucha de esta manera,
nos demuestra su interés y aceptación. Nos presenta la yugular en señal de
entrega. Atender es una muestra de amistad indefensa.
1.2.
En relación a LA
CRONÉMICA la concepción y uso del tiempo (pausas y silencios), se ha hablado de
tres tipos de ella.
- Se habla de cronémica interactiva a la duración de diversos signos usados en la comunicación, la mayor o menor duración de un saludo o despedida, de un abrazo, de un beso. Son señales que pueden variar el sentido de lo expresado verbalmente, o reforzando su significado o cambiando su sentido.
- Si nos referimos a la cronémica conceptual hablaremos de la importancia que se le da al tiempo, de la apreciación que hace el individuo del mismo dependiendo de su cultura; valores como puntualidad/impuntualidad; prontitud/tardanza, enseguida, ahora, en un momento, etc.
- Y en cuanto a la cronémica social, depende directamente del concepto que se tenga del tiempo. Estrechamente ligada a las reuniones sociales, duración de una visita; estructura de las tareas diarias como desayuno, almuerzo, cena; si tardo el mismo tiempo en hacerle una visita a un amigo o en acudir a una entrevista de trabajo.
- Cronémica Social: depende directamente del concepto que se tenga del tiempo. Está relacionado con los encuentros sociales (la duración de una visita, de una entrevista de trabajo, de una reunión); la forma de estructurar las actividades diarias (desayunar, almorzar, cenar); o determinadas actividades sociales (llamar por teléfono, pasear, estar en un parque o plaza).
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