BREVES CONSIDERACIONES SOBRE EL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (T.O.C.)
ALGUNAS
OBSESIONES Y COMPULSIONES MÁS FRECUENTES:
Muy comunes
son las ideas de contaminación (por
no decir las más), pensamientos de sufrir daños o contagiar a otros por
contacto con substancias que pueden ser peligrosas, p. ej. Suciedad, gérmenes,
sangre, radiación, venenos, personas enfermas, etc…En este caso la compulsión
más usual es la de lavarse y ducharse muchas veces, o bien se puede observar el
lavado de platos o ropa durante horas y horas, ya que tras pensar la persona
que no quedan lo suficientemente limpios, o que la secuencia de lavado debe
repetirse 4, 5 u 8 veces (o un múltiplo de ellos), se inicia de nuevo todo el
ritual neutralizador (evitación) con la consiguiente pérdida de tiempo que
conlleva, eliminándose la ansiedad desadaptativamente por refuerzo negativo
(alivio momentáneo del malestar), y no por el proceso de habituación que
comporta la exposición.
Así, vemos entre muchos de nuestros pacientes,
el desarrollo de conductas tales como: llevar guantes, abrir las puertas o las
llaves de la luz con los codos, etc. Así como formas más sutiles e evitación
también, como coger los pomos o los tiradores por los sitios menos tocados o
cogerlos con los dos dedos (que automáticamente se lavan), sentarse sólo sobre
el borde de una silla, etc. Perpetuándose de este modo un cuadro
obsesivo-compulsivo.
Por otro
lado pueden adoptar la forma de reaseguración:
consultar con un médico, o a alguien que le diga que no tiene mala cara o
comprobarlo por sí mismo; un paciente que piensa que ha podido contraer la
tuberculosis o el cáncer de pulmón, debe escupir para observar si su saliva
contiene sangre, etc.
Otro tipo de
obsesión muy común tiene como contenido la “violencia
física” –como es tu caso- hacia sí
mismo o hacia los otros (ya sea proveniente de uno o de otros), p.ej. pensar
o sentir el impulso de matar a otro con un cuchillo, de empujar a alguien
frente a una ventana. En este caso, las conductas compulsivas o de
neutralización (evitación), peden tomar la forma de reaseguración, comprobar que no
ha producido ningún daño. También pueden consistir en evitar estar a
solas con las personas a quien cree que puede herir, no tener cuchillos de
metal, sino de plástico, etc.
Hay
obsesiones también que implican daños
accidentales –independientemente del contagio o violencia- p.ej. miedo a
que se produzca una explosión d gas comprobando reiteradamente la espita de la
bombona, producir un accidente de tráfico, dejar la puerta abierta y hacer
posible un robo en la casa con los respectivos rituales de comprobación.
Otras pueden
implicar aspectos religiosos, p.ej.
pensamientos blasfemos, dudas religiosas, (con conductas tales como rezar
frecuentemente, confesarse, hacer determinadas penitencias, etc. O
preocupaciones sexuales (p.ej.: “cometeré una violación” o “haré una
exhibición”) con conductas neutralizadoras que pueden consistir en concentrase
en pensamientos alternativos, evitar personas del sexo opuesto.
Otro tema
son las obsesiones relativas al orden;
pensar que las cosas han de estar en un lugar correcto, hacer las tareas en un
orden determinado, de acuerdo a una secuencia o un número específico (p.ej.
Tras aparcar el coche debe entrar a casa tras dar 74 pasos “exactamente”), la
conducta compulsiva consiste en empezar la acción hasta llevarla a cabo en la
secuencia, orden o número correcto.
Algunas
obsesiones menos comunes pueden implicar tonadillas
musicales pegadizas; palabras, frases o imágenes de escenas que la persona
no puede evitar pensar en ellas; las compulsiones relativas a la acumulación (denominadas por los psiquiatras
síndrome de Diógenes –aunque no exista como tal en el DSM-IV-). Otro trastorno
difícil de tratar y especialmente problemático son las obsesiones sin conducta compulsiva manifiesta, así como la lentitud compulsiva; en este caso, las
actividades rutinarias normales tales como levantarse de la cama, vestirse o
bañarse pueden llevar horas debido de nuevo a la necesidad de comprobaciones
mentales o seguir una rutina previamente programada.
(*): Tomado
con modificaciones de Vallejo (1998).
Fco. Javier López González.
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