La psicofarmacología es
una disciplina científica de carácter multidisciplinar que se centra en el
estudio de psicofármacos, cualquier molécula o sustancia, legal o ilegal que
produce cambios en las sinapsis entre las células del cerebro, dando lugar a
manifestaciones de tipo cognitivo, volitivo, emocional o conductual. La mayoría
suelen actuar a través del Sistema Nervioso Central (SNC).
Hablamos por tanto, de
ansiolíticos, antidepresivos, hipnóticos, antipsicóticos, anticonvulsivos, etc,
así como las drogas de abuso.
Como definiciones de la
psicofarmacología, destacaremos las que consideramos más científicas por la aportación a la
disciplina de sus autores, nos referimos a la de Baldessarini (1996) que
considera que la psicofarmacología
dedicada al estudio de la química, disposición, acciones y farmacología clínica
de los agentes psicotrópicos Stahl (2002) afirma que la psicofarmacología se
orienta al descubrimiento de fármacos y a la comprensión de sus acciones en el
sistema nervioso central.
El inicio de la
psicofarmacología podemos centrarlo a finales del siglo XIX con los trabajos de
E. Kraepelin sobre farmacopsicología, se le cita como fundador de la misma por
los experimentos que realizó en cuanto a
los efectos de sustancias psicoactivas y venenos sobre los procesos
intelectuales elementales. También destacan los trabajos de Hofmann sobre la
LSD-25. A finales de los años 50 y principios de los 60 fue cuando se consideró
a la psicofarmacología una disciplina con entidad propia. Años del
descubrimiento de diversos compuestos con efectos terapéuticos en el
tratamiento de los trastornos mentales. Los primeros hallazgos en el campo de
la psicofarmacología se debieron a descubrimientos causales y detrás de ellos
no hay que olvidar el esfuerzo de las compañías farmacéuticas en temas de
investigación y desarrollo de patentes de fármacos, esfuerzo ampliamente
recompensado con grandes beneficios económicos.
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