Un
caso real…
María, 35 años,
divorciada con tres hijos (menores de edad), licenciada en empresariales, desde
hace 10 años ocupa cargo de mando intermedio en una sucursal bancaria.
Comienza a notar falta
de concentración en su trabajo, descuida por olvido alguna tarea propia de su cargo, tras exploración
completa por su médico de familia y por neurólogo, se descarta cualquier tipo
de lesión orgánica.
Tras cometer errores en
el desempeño de su profesión, que afectan a la economía de la entidad es aconsejada por el director de la misma, que
tome unos días de vacaciones. María, preocupada por encontrarse su trabajo en
peligro y por su falta de memoria, comunica al acudir a nuestra consulta que no
es capaz de relajarse fuera de su trabajo. Relata baja autoestima, que es
indecisa a la hora de tomar decisiones lo que le lleva a evitar tomarlas.
María pasa la mayor
parte del día preocupada y ansiosa por coas tales como, la salud y la educación
de sus hijos, la relación con los chicos, sus olvidos en el trabajo, la
limpieza de la casa, etc. Es incapaz de
controlar sus preocupaciones, para ella todo es una catástrofe.
Pasa la mayor parte del
día cansada, irritable, con extrema tensión muscular, presenta insomnio de
inicio y de mantenimiento, problemas para concentrarse, ocasionalmente diarrea
y dolor abdominal, hipertensión. Estos síntomas junto con problemas de memoria
los presenta hace más de dos años. En
reuniones o al hablar en público presentaba cierto malestar y elevados niveles
de ansiedad, pese a “pasarlo mal” no las evitaba.
Al preguntarle desde
cuando presenta sus preocupaciones y malestar, refiere que le sucede desde la
adolescencia, ante los exámenes presentaba los días anteriores altos niveles de
ansiedad por miedo a los suspensos y al fracaso. Tras su divorcio, empezó a
preocuparse por sus hijos, cuando pasaban temporadas con su padre. Nos refiere
que es incapaz de controlar sus preocupaciones en cualquier ámbito: laboral,
económico, los hijos, social, etc. Aún a sabiendas de que son excesivas y
desproporcionadas, lo que le produce irritabilidad, tensión muscular,
inquietud, sensación de ahogo constante, dificultad de concentración. María,
presenta una preocupación ansiosa y crónica que le produce un malestar intenso
con interferencia en sus actividades cotidianas.
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