martes, 14 de mayo de 2013

BREVES CONSIDERACIONES SOBRE EL T.O.C., LAS IDEAS OBSESIVOIDES Y SU TRATAMIENTO



ETIOPATOGENIA (POSIBLES CAUSAS) DEL TOC

          
  En lo que respecta a la etiología del trastorno obsesivo compulsivo, los datos son bastante controvertidos; ya que en estudios de gemelos que tratan de objetivar si hay o no, componente genético, algunos autores dicen que sí y otros que no lo hay.

En estudios de neuroimagen se parece demostrar que hay una disfunción en los ganglios basales o una patología frontal; así como alteraciones biológicas  relacionadas con el sistema serotoninérgico.

Ahora bien, yo inquiriría ¿y en qué trastorno no las hay? (las alteraciones biológicas y neuroanatómicas, claro). En la depresión se producen, en la fobia social también en el pánico con agorafobia, etc…

Y lo que es más inaudito también… (para los psiquiatras claro, que lo basan todo en lo biológico descartando factores ambientales p.ej.), ¿Cómo es posible que con técnicas cognitivo-conductuales se consigan los mismos cambios neuroquímicos y neuroanatómicos que se producen con los psicofármacos? La cuestión desde luego, es harto compleja.

            Para el modelo cognitivo-conductual de la psicología que es el que mejores resultados suscita en la actualidad, se sabe por ejemplo que hay una alteración en el procesamiento de la información –aunque esto también es difícil de objetivar- así como una alteración en los mecanismos de excitación-inhibición centrales (SNC).

También se han propuesto como etiológicos, factores de aprendizaje como la transmisión de información por cualesquiera de las fuentes que sean (imágenes vistas en la tv., películas, internet, narraciones sobre otros casos), y a menudo, el comienzo del trarstorno, se asocia a eventos estresantes, como el nacimiento o muerte de personas allegadas, el matrimonio, etc… No obstante, tenemos que insistir en que para dicho modelo no importan tanto las causas, como los procedimientos para poner remedio a dicho problema de conducta. 

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL T.O.C.

            Tradicionalmente el trastorno obsesivo compulsivo se ha venido tratando por los psiquiatras con Clomipramina (Anafranil). Un antidepresivo de la familia de los tricíclicos que tiene potentes acciones sobre la bomba de inhibición  de la recaptación de un neurotransmisor llamado serotonina afectando a otros neurotransmisores cerebrales que nada tienen que ver con la actividad terapeútica. Se sigue utilizando en la actualidad para casos graves y refractarios. Debido a su cardiotoxicidad y a otros efectos secundarios, a partir de la segunda mitad de la década de los 90 se empezaron a utilizar otros antidepresivos, que éstos sí tenían una selectividad “cuasi”-pura sobre dicho neurotransmisor, evitando así los efectos secundarios que poseían los tricíclicos. La familia de los que se citan (ISRSs) son: Fluoxetina, Fluvoxamina, Sertralina, Paroxetina, y Citalopram. Surgiendo después un hermano de éste último llamado Escitalopram, metabolito activo del mismo.

            Los últimos meta-análisis (revisión sistematizada sobre los efectos de un determinado tratamiento) indican que la Paroxetina, Sertralina y Clomipramina son los fármacos de elección a día de hoy para tratar dicho trastorno. Ahora bien, como hemos dicho que tienen efectos secundarios se han de administrar conjuntamente con un anticonvulsivo (Benzodiacepínico o no) que aumente el umbral convulsivo así como para controlar en cierta medida la estimulación causada por la administración del fármaco.

También afectan a la respuesta sexual humana (anorgasmia en mujeres y eyaculación retardada en hombres), así como leves y transitorias alteraciones gastrointestinales como náuseas y estreñimiento. Reversibles al continuar el tratamiento, o al cesar el mismo.

Las dosis se deben de incrementar de 10 en 10 mg. (los comprimidos suelen ser de 20 ranurados) por la posible aparición de cuadros de pánico en personas predispuestas o con antecedentes de presencia de los mismos. Asímismo, la dosificación debe ser algo superior a la utilizada para el episodio depresivo mayor; como sucede también, para los trastornos de ansiedad generalizada, fobia social y pánico con agorafobia en los cuales las dosis también deben ser mayores que para el trastorno depresivo.

Otros fármacos utilizados en el T.O.C. y en las ideas obsesivoides han sido la Risperidona, el Cloracepato, Litio y Clonacepam


TRATAMIENTO PSICOLÓGICO DEL T.O.C.

            Como a día de hoy no tiene un TOC, sino solamente “ideas obsesivoides” que se pueden confundir con el TOC, paso a describir el tratamiento del mismo para continuar después diciendo qué se puede hacer con dichas obsesiones que aunque incapacitantes, no alcanzan una dimensión estrictamente patológica.

            El tratamiento psicológico conductual de trastorno obsesivo compulsivo, ha consistido (según también las últimas revisiones meta-analíticas) y en cuanto a criterios de eficacia, efectividad y eficiencia, en técnicas de exposición con prevención de respuesta. Éstas consisten en exponer a la persona a los objetos personas o imágenes que le provocan la ansiedad, impidiendo que realice las neutralizaciones (compulsiones o rituales) que hacen que disminuyan su ansiedad (prevención de respuesta de escape) p.ej. contaminándole con algún objeto sucio o con posibles gérmenes e impedir que se duche o que se lave las manos durante períodos largos. Esto se haría para un TOC con ideas de contaminación, que son las más comunes.

De todos modos, esto no es más que un ejemplo aislado ya que el tratamiento es más complejo además de incluir otras estrategias.

También se utiliza la exposición imaginaria cuando el contenido de las obsesiones no es accesible o se dan “puras”; es decir sin rituales compulsivos o, cuando dichos rituales son cognitivos.


ESTRATEGIAS E INDICACIONES CONVENIENTES PARA CUANDO SURJA UNA IDEA O PENSAMIENTO OBSESIVOIDE.

            Algunos pacientes con TAG (ansiedad generalizada), con trastorno de pánico con o sin agorafobia, o con cualquier otro trastorno de ansiedad, pueden presentar sintomatología obsesivoide en el curso o contexto de su cuadro clínico. Y normalmente ante cualquier evento estresante.

A diferencia de los pacientes con TOC las personas con ansiedad generalizada y/o pánico perciben sus pensamientos ansiogénicos o ansiosos como relativamente reales pero rara vez desarrollan rituales para aliviar su ansiedad; esto es lo que nos lleva a los clínicos a tener que “hilar muy fino” al hacer el diagnóstico diferencial, ya que se podría confundir con mucha facilidad un trastorno por otro con el consiguiente error al elegir y aplicar también los tratamientos, aunque se asemejen un poco.     

En cuya consecuencia y por ello, paso a describirte a continuación consideraciones y estrategias que puedes utilizar para manejártelas con esas ideas o pensamientos obsesivoides cuando aparezcan.

1º.- Pensar cosas negativas no significa que una persona las desee. Los pensamientos son diferentes de las acciones. Muchos pacientes creen que si un pensamiento negativo entra en su mente, significa de inmediato que desean que una cosa mala ocurra. Esto no es cierto. (Esto es lo que se conoce como pensamiento mágico).

2º.- Todos tenemos pensamientos que nos avergonzarían si los otros los supieran; de todo tipo, religiosos, sexuales, etc… y en algunos casos, impulsos de hacer daño a sí mismos o a los demás.

3º.- Hay que pensar que el contenido de las obsesiones es irracional. Has de decirte a ti mismo/a: “estoy teniendo un pensamiento irracional, exagerado y sin sentido”, “es fruto del problema de ansiedad que tengo, es una obsesión”.

4º.- En lugar de intentar detener el pensamiento, es más adecuado aceptar que se está teniendo un pensamiento o imagen obsesiva que es la que te está provocando la ansiedad, en definitiva, se trata de exponerse a ese pensamiento, idea o imagen.

5º.- Después de llevar a cabo la exposición tres o más veces el grado de malestar al comienzo de la siguiente sesión será menor. Esta es la mejor indicación de que el tratamiento va funcionando.

6º.- En los casos de exposición en imaginación se deben incluir pensamientos de consecuencias desastrosas futuras que provocan miedo, ansiedad o angustia.

7º.- Las exposiciones largas son más efectivas que las exposiciones breves e interrumpidas. Aunque la ansiedad o angustia sea alta, ésta se suele disipar aproximadamente a los treinta minutos. Se debe continuar la exposición mientras la ansiedad continúe alta y hasta que baje al menos -tomando como criterio- a la mitad menos uno de la escala de 0 a 10 que ya es sabida.

8º.- Si se manifiestan varias fuentes de ansiedad o angustia el tratamiento de exposición debe dirigirse al pensamiento obsesivoide principal, tras lo cual se aborda el segundo en importancia alternando el tratamiento de ambas ideas o imágenes obsesivoides.

9º.- Ejemplos de autoinstrucciones positivas ante una obsesión o idea obsesivoide podrían ser: “estoy teniendo una obsesión, no debo evitarla, debo seguir exponiéndome, cuanto más me exponga antes acabaré con ella, puedo hacerle frente”; “éste es el momento álgido, si aguanto un poco más esto empezará a bajar”; “no puede sucederme nada peor, estoy haciendo lo que tengo que hacer, que es exponerme a esta obsesión absurda”.


10º.- ¡¡FELIZ EXPOSICIÓN!!

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