miércoles, 15 de mayo de 2013

RECOMENDACIONES DESDE LA PERSPECTIVA FITO-CONDUCTUAL PARA COMBATIR LA FARINGITIS



FARINGITIS

 

Definición: Es una inflamación de la faringe, una de las enfermedades más comunes de garganta, oído y vías aerodigestivas superiores. Es el típico dolor de garganta, que hace que el tragar sea doloroso. Inflamación que puede ser aguda o crónica, distinguiendo así los dos tipos de faringitis: aguda y crónica.


TIPOS DE FARINGITIS Y SÍNTOMAS


  • Faringitis aguda (catarro faríngeo agudo), es normalmente vírica y rara vez, bacteriana. Afecta a mucosas nasales y laríngeas. Su aparición suele ser repentina, cursando con fuertes dolores de garganta, si es vírica, presentará asimismo fiebre y fuertes dolores de cabeza. Problemas en la deglución, picor, escozor y sequedad de faringe, tos, sinusitis e inflamación de los ganglios linfáticos. Su tratamiento es sintomático.



  • Faringitis crónica, irritaciones persistentes en la faringe. Desencadenada por agentes tóxicos en el ambiente, fumar, ingesta de alcohol, diabetes mellitus, alergia, desajustes hormonales. Su aparición da lugar a más síntomas que la aguda, sequedad de boca y carraspeo constante. Con la tos se expulsa una mucosidad viscosa, acompañada de tos y sensación de cuerpo extraño en la garganta. Debido a la sequedad, pueden aparecer problemas de insomnio y sensaciones de ahogo.


- La faringitis crónica, puede clasificarse, dependiendo de los síntomas en:


         - Faringitis crónica simple: tos irritativa, cuerpo extraño en garganta, molestias al tragar. No sensación de malestar ni fiebre.

         - Faringitis crónica hiperplástica (granulosa): ganglios linfáticos agrandados que producen sensación extraña en la garganta, carraspeo y dificultad para deglutir.

         - Faringitis crónica seca (atrófica): se atrofia la mucosa de la faringe, y aparece en la misma una mucosidad viscosa. Esta faringitis suele ir acompañada de laringitis o rinitis.


TRATAMIENTO

Para aplicar el tratamiento correcto, es necesario conocer si nos encontramos ante una faringitis aguda o crónica.

Faringitis aguda: el tratamiento se dirige a mitigar síntomas, dolores de garganta y las inflamaciones. Como remedios caseros encontramos, enjuagues bucales, compresas frías en la garganta, pastillas buco-dispersables. Beber abundantes líquidos templados durante el tratamiento.

Faringitis crónica: para que el tratamiento de la misma sea exitoso, evitaremos en el entorno cotidiano los agentes desencadenantes. Son de ayuda las inhalaciones de salvia y manzanilla, o  soluciones salinas, utilizar humidificadores en el ambiente de la persona que padece faringitis, pastillas buco-dispersables.

Independientemente del tipo de faringitis de que se trate, son adecuados los tratamientos que fortalecen las defensas, una alimentación equilibrada y un ejercicio físico regular. Evitar fumar y consumir alcohol, mantener el ambiente humidificado, y una abundante ingesta de líquidos.


RECOMENDACIONES PARA DISMINUIR EL DOLOR DE GARGANTA

         - Ingesta de líquidos calientes.
- Hacer gargarismos varias veces al día con agua tibia con sal (1/2 cucharadita de sal en una taza de agua).
         - Chupar caramelos de miel y limón.
         - Utilizar humidificadores del ambiente.


La faringitis puede presentar complicaciones como:

- Infección de oído.
- Mastoiditis.
- Sinusitis.
- Absceso periamigdalino.



RECOMENDACIONES DESDE LA PERSPECTIVA CONDUCTUAL PARA MANEJARNOS CON LA FARINGITIS

Se consideran alteraciones bio-psico-sociales, aquellas en las que o, en cuyos procesos de adquisición, mantenimiento, alivio, desaparición o erradicación, intervienen  el comportamiento o conducta del sujeto y el medio en el que se desenvuelve.

         Tomado desde la perspectiva conductual o cognitivo-conductual, los aspectos moleculares de lo que llamamos topografía de la respuesta, de respuesta humana, en cuanto a instigada autónomamente, el paciente con faringitis en cualquiera de sus modalidades, - seca, crónica, etc.- puede (y debe) tomar medidas si no se quiere ver impedido en el desempeño de su actividad cotidiana.

         Con una serie de recomendaciones básicas que explicamos a continuación ponemos a disposición de los lectores lo que está comprobado por las distintas disciplinas, como pueden ser la Otorrinolaringología, Psicología, Medicina de Familia simplemente o, si se quiere, el propio sentido común.


         Las reglas fundamentales, a saber, son:

1º.- Siempre decimos –y no nos hartaremos de hacerlo- que lo primero que debe hacer un paciente con faringitis (sea crónica, seca, etc.), es mantener unas fosas nasales bien limpias y ventiladas. El taponamiento con mucosidad de las fosas nasales hace que (entre otras cosas), respiremos por la boca –cuando no debemos hacerlo- y mucho menos en esta época del año, como es el incipiente invierno. 

Para lo que recomendamos unas simples duchas nasales con agua de mar purificada a la venta en cualquier farmacia, en específicos como el Rhinomer®, Sterimar®, etc., o alguna solución que mantenga adecuadamente el lisozima nasal, al mismo tiempo que limpia y, así poder ventilar de forma mucho más fluida.

También se pueden utilizar inhaladores tipo, mentolados o “sprays” descongestivos o corticosteroideos en los casos más graves o los de rinitis vasomotora, por ejemplo.     


2º.- Una vez dicho esto, estamos en condiciones idóneas de explicar que se debe respirar siempre por las fosas nasales, teniendo para ello, como hemos dicho, éstas siempre bien despejadas. Las fosas nasales disponen de un mecanismo protector frente a alérgenos, por ejemplo, o la polución ambiental, etc., cosa que si ese aire entrase por nuestra garganta directamente, sin ser “filtrado”, afectaría probablemente a la misma. 

Además la nariz “calienta” por así decir, el aire que respiramos, con lo que si no lo hiciésemos así estaríamos en condiciones de decir que probablemente el aire entrara en nuestros pulmones y faringe a unos 5 grados de temperatura media en invierno. Aspecto nada  recomendable para una garganta enferma o disfuncional.  


3º.- Mantenga siempre su garganta hidratada. El agua o saliva presente en la misma, son buenos protectores frente a bacterias y otros microorganismos. Es un buen criterio la ingesta aproximada de un  litro y medio entre comidas. Portando con nosotros siempre una botellita al efecto, podemos no descuidar en este aspecto la misma.

En el caso de que no se disponga –por la situación- de agua u otro líquido, es recomendable masticar chicles sin azúcar y, lo que nosotros recomendamos son los caramelos de miel y limón (ácido/dulce), que hacen que segreguemos abundante saliva.


4º.- No haga un uso excesivo de la voz. Esto en cuanto a frecuencia, duración e intensidad. Está comprobado que las personas irritables (que gritan), o hablan siempre “a voces”, corren más riesgo de padecer problemas relacionados con la garganta. Al hablar en demasía o con demasiada frecuencia o intensidad elevada, estamos consiguiendo irritar a nuestra faringe, haciéndola así más vulnerable a inflamaciones y/o infecciones bacterianas o microbiológicas.


5º.- No carraspee, tosa. Carraspear, aunque crea que no, irrita la garganta, con la consiguiente inflamación y/o edema y, de nuevo, la posibilidad de que la sintomatología molesta de picor y escozor, no se alivie con la misma; es más, empeorará. Si nota que tiene flemas, mucosidades, etc..., tosa con una fuerza prudencial y beba abundante líquido, sólo así podrá expulsar el incómodo tapón que, es la causa de su insistente carraspeo. Si padece de tos “nerviosa”, su médico le podrá recetar jarabes de codeína, en específicos como el Codeisan®, que la suprimen al instante, si es que esto le impedimenta sobremanera.


6º.- Mantenga siempre una adecuada higiene bucal. Está comprobado que tener una adecuada higiene bucal, aminora la faringitis en el sentido de que el espacio orofaríngeo está limpio tras cada comida por ejemplo, impidiendo la proliferación de fermentos que acaban en bacterias teniendo como órgano diana más cercano a la garganta. Se recomendaría al menos un cepillado de dientes después de cada comida (principal o no), si es posible o factible asimismo se aconseja utilizar un colutorio eficaz o que al menos contenga bien, hexetidina o clorhexidina (Oraldine® o Lácer®, respectivamente). Además ayudan a proteger nuestras encías contra la gingivitis por ejemplo y, tienen un poderoso efecto antibacteriano. No es ocioso recordarle que visite periódicamente a su dentista por si detecta alguna caries, por ejemplo.


7º.- Deje de fumar o hágalo con menor frecuencia. El humo del cigarrillo, con sus componentes de nicotina, alquitranes, etc., hacen que nuestra garganta –y el árbol bronquial- se irriten excesivamente, haciendo así más sensible a la misma a coger infecciones, por ejemplo o, simplemente se enrojecerá, nos escocerá en innumerables ocasiones y, tenderemos muy probablemente a “carraspear”  nuevamente, cerrando así el círculo de manera nefasta, debido a la inflamación subsecuente al consumo reiterado de cigarrillos y a la necesidad de esputar que a veces no se consigue.


No sería ocioso recordar que se pueden y deben hacer en la medida de las posibilidades de cada uno/a, gargarismos con estos productos, (o sal, limón y bicarbonato)  diluidos en agua tibia, aparte de refrescar y de proteger nuestra faringe, la tendremos hidratada.

Esperamos que estas pequeñas recomendaciones le hayan servido si padece de faringitis y, si no, tal vez las haya trasladado a alguno de sus conocidos, aportándole de este modo una nueva fuente de conocimientos.



ALIMENTOS RECOMENDADOS PARA HACER FRENTE A LA FARINGITIS DESDE UNA PERSPECTIVA PREVENTIVA



·        Vitamina C: alivia los síntomas del resfriado y hace más rápida la recuperación. También es útil como cura preventiva (naranja, limón, kiwi, col, zanahoria, cebolla). 

       Equinacea: esta planta refuerza el sistema inmune y esta mas que comprobado.

·        Ajo y cebolla: las farmacias de la naturaleza. Tienen una excelente acción antiséptica pulmonar con propiedades expectorantes muy interesantes.

·        Vitamina B6: acción directa sobre el sistema inmunitario, estimulando la producción de linfocitos T (cereales, pan integral, espinacas, guisantes, plátanos…).

·        Zinc: es el más indicado para tratar las infecciones del frío y elevar las defensas (germen de trigo, levadura de cerveza, semillas de calabaza, carne).




REMEDIOS DE FITOTERAPIA PARA LA FARINGITIS



  • Eucalipto: infusión, una o dos hojas por taza, tres tomas diarias. Vapores, hervir un puñado de hojas en un litro de agua y aspirar los vapores cubriéndose la cabeza con una toalla.

  • Nogal: gárgaras. Un puño de hojas secas por un litro de agua.

  • Ciprés: vapores. 8 gotas del aceite esencial disuelto en un litro de agua. Es muy efectivo contra las infecciones e inflamaciones.

  • Equinácea: 5 tomas diarias de suplementos de 1.000 mg. para potenciar las defensas. Pero cuidado con los tratamientos que potencian el sistema inmunológico porque si se trata de una faringitis alérgica es contraproducente.

  • Cuando aparezcan los primeros síntomas aplicar sobre la garganta 3 veces por día compresas calientes (mismo muy calientes) hechas de Vinagre o de Arcilla (se hace una masa compacta con agua bien caliente o vinagre).

  •  Infusión de Salvia (una parte de esta infusión se utilizará en gargarismos).

  • Té de enebro: si tu garganta está inflamada y sientes dolor, el té de enebro puede ser un remedio natural para reducir estos síntomas. Preparación: Coloca una cucharada de bayas secas de enebro en un litro de agua. Cuando rompa a hervir deja a fuego moderado 15 minutos. Posteriormente deja reposar 10 minutos. Antes de beberla debes filtrarla.

  • Propolis: que es un buen desinfectante de las mucosas.


  • Uña de gato: Gran estimulante de  las defensas y buen  antiinflamatorio.


  • El tomillo es antitusivo, expectorante, espasmolítico y balsámico, debido al timol y caravacrol. Resulta un excelente bactericida, sobre todo a nivel respiratorio, digestivo y genitourinario. También tiene efecto antifúngico, antihelmético y antiviral. Inhibe los espasmos intestinales y favorece la liberación de ácidos biliares al intestino. Es estimulante del sistema nervioso central.

  • Hisopo (Hyssopus officinalis): Posee propiedades expectorantes, antitusivas y fluidificantes de las secreciones bronquiales. Es estimulante del sistema nervioso central, debido a su contenido en pinocanfeno. Está indicada en bronquitis, catarros, asma, tos seca… Hay que tener en cuenta, que la tuyona puede ser convulsivante; por eso en epilepsia se desaconseja la administración de hisopo.

  • Al tusílago se atribuyen propiedades expectorantes, espasmolíticas, antitusivas, emolientes, calmantes y antinflamatorias. Se utiliza en afecciones respiratorias agudas y crónicas: tos irritativa, catarros, bronquitis, faringitis, laringitis, silicosis... Debido a su contenido en senkirkina, no se aconseja administrar durante mucho tiempo seguido, aunque parte de este compuesto parece ser que se destruye durante la cocción. Esta es una de las plantas prohibidas en el embarazo.

  • Borraja (Borago officinalis): Por sus propiedades antitusígenas y antiinflamatorias, se indica para el tratamiento de afecciones respiratorias. También es beneficiosa para paliar el síndrome premenstrual y los trastornos del climaterio.

  • Malva (Malva sylvestris L.): Las hojas poseen mucílagos, vitamina A, vitamina B1, Vitamina B2 y vitamina C, además tienen un principio oxitocico y estimulante del intestino. Posee propiedades emolientes, antinflamatorias, antitusivas y laxante ligero. Se utiliza en catarros, bronquitis, faringitis, asma, gripe, estreñimiento, etc.

  • Llanten (Plantago lanceolata L.): Se usa la planta entera (hojas). En su composición existen mucílagos, pectinas, taninos y un glucósido cromogénico del que se hablará después. Varias acciones de esta planta son importantes, entre ellas la acción antiinflamatoria, astringente, antitusíva, emoliente y cicatrizante. Se ha comprobado que tiene una acción antihistamínica, antipruriginosa y antialérgica. Debido a estas acciones puede ser útil tanto en uso externo para heridas, picaduras de insectos, alergias, herpes, afecciones de los ojos, etc., como en uso interno para afecciones de boca, garganta, sistema digestivo (gastritis, úlceras gastroduodenales, diarreas), tos, bronquitis, asma. Se empleó y se emplea en hemorragias, hemorroides, diarreas, dolores gastrointestinales.

    Respecto al glucósido que posee, se trata de un iridoide llamado aucubósido o catalpol. Este principio por hidrólisis produce un dialdehído que actúa sobre las proteínas de los microorganismos, teniendo por tanto propiedades antibacterianas. Se ha indicado en repetidas ocasiones su utilidad para conseguir la deshabituación al tabaco.

 En todos los casos le recomendamos consultar con su médico. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.

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